El ariete sueco del Barça podría no disputar el partido de hoy ya que, según maneja el entorno de la plantilla, ha afirmado que "está triste".
En las últimas horas tanto Pep Guardiola como el capitán Carles Puyol han intentado animarle, recordándole la importancia del partido y haciéndole ver que es su oportunidad para pasar a la historia de la Champions.
Sin embargo, el jugador amaneció hoy cabizbajo en el entrenamiento matutino, se sentó en un cono naranja y sacó una bolsa de pipas de sus calcetines.
La causa de todo ello la habría tenido el viaje en autobús debido a la problemática volcánica de la última semana. "Han sido muchas horas mirando por la ventana, he visto atardecer y he pensado en mi pasado. Cuando era niño y paseaba con mi abuelo cerca de los chopos, mis inicios en el Ajax, los primeros canutos, el primer amor, mi llegada a Italia, la pizza, la niebla de Milán...siento ganas de llorar y no veo sentido al momento actual. No sé, quizá es eso que llaman nostalgia". El jugador entró sonriente en el autobús en Barcelona, pero ya en Cannes mostró una mirada sospechosamente perdida que extrañó a los aficionados.
El doctor Pruna se ha planteado darle diazepam pero el jugador ha respondido a la oferta con un suspiro. "Las pastillas me evitarán sufrir, pero el vacío de saber que no tiene sentido nada no puede ser llenado".
Guardiola, por su parte, ha reconocido que "entiendo a Ibra. El mundo del fútbol es goloso, pero un día lees un proverbio de Cioran, ves el horizonte a lo lejos y te preguntas si vale la pena lo que haces, si hay algún lugar al que llegar, si el camino tiene final".
En las últimas horas, a raíz de conversaciones entre ambos, Guardiola se habría planteado dejar el cargo y marcharse a Cuba a bailar el son. "Quizá Ibra esté en lo cierto, ¿para qué venimos a Milán? ¿Para qué jugamos? ¿Y si el destino no fuera más que un mal poema? ".
Joan Laporta viaja ahora mismo camino de Milán en un carro tirado por dos caballos y vestido de romano para intentar animar a los suyos. "Una entrada tipo Ben-hur seguro que hace que las aguas vuelvan a su cauce". Mientras tanto, un trabajador del club está retirando todas las obras de Platón y Schopenhauer de la biblioteca del club. En su lugar se pondrán videocrónicas de Eduardo Inda y algunos de los últimos Premios Planeta.
En las últimas horas tanto Pep Guardiola como el capitán Carles Puyol han intentado animarle, recordándole la importancia del partido y haciéndole ver que es su oportunidad para pasar a la historia de la Champions.
Sin embargo, el jugador amaneció hoy cabizbajo en el entrenamiento matutino, se sentó en un cono naranja y sacó una bolsa de pipas de sus calcetines.
La causa de todo ello la habría tenido el viaje en autobús debido a la problemática volcánica de la última semana. "Han sido muchas horas mirando por la ventana, he visto atardecer y he pensado en mi pasado. Cuando era niño y paseaba con mi abuelo cerca de los chopos, mis inicios en el Ajax, los primeros canutos, el primer amor, mi llegada a Italia, la pizza, la niebla de Milán...siento ganas de llorar y no veo sentido al momento actual. No sé, quizá es eso que llaman nostalgia". El jugador entró sonriente en el autobús en Barcelona, pero ya en Cannes mostró una mirada sospechosamente perdida que extrañó a los aficionados.
El doctor Pruna se ha planteado darle diazepam pero el jugador ha respondido a la oferta con un suspiro. "Las pastillas me evitarán sufrir, pero el vacío de saber que no tiene sentido nada no puede ser llenado".
Guardiola, por su parte, ha reconocido que "entiendo a Ibra. El mundo del fútbol es goloso, pero un día lees un proverbio de Cioran, ves el horizonte a lo lejos y te preguntas si vale la pena lo que haces, si hay algún lugar al que llegar, si el camino tiene final".
En las últimas horas, a raíz de conversaciones entre ambos, Guardiola se habría planteado dejar el cargo y marcharse a Cuba a bailar el son. "Quizá Ibra esté en lo cierto, ¿para qué venimos a Milán? ¿Para qué jugamos? ¿Y si el destino no fuera más que un mal poema? ".
Joan Laporta viaja ahora mismo camino de Milán en un carro tirado por dos caballos y vestido de romano para intentar animar a los suyos. "Una entrada tipo Ben-hur seguro que hace que las aguas vuelvan a su cauce". Mientras tanto, un trabajador del club está retirando todas las obras de Platón y Schopenhauer de la biblioteca del club. En su lugar se pondrán videocrónicas de Eduardo Inda y algunos de los últimos Premios Planeta.
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