lunes, 16 de abril de 2012

Hasta aquí podíamos llegar



El miércoles el Barcelona se enfrenta a un rival que a todos nos trae cercanos recuerdos a la mente. Vi el gol de Iniesta, al borde de la desesperación, en un apartamento en San Petersburgo. El día en que Touré se coronó como suicida central con cara de póker (Busquets estaría en la Masía fregando la cocina).

Después de lo sucedido en los cuartos de final en San Siro, donde el Milán dispuso a quince topos una semana antes para que destrozaran el césped, los jugadores y Ghandi se quejaron de la situación y pidieron responsabilidad. La Uefa, igual que hago yo cuando me dice algo un compañero de trabajo, se hizo el sueco (o sería la sueca?), pero en el Camp Nou el Barça logró pasar.

Vistos aquellos problemas, y desconfiando del Chelsea, no en vano Mourinho pasó por allí, y ya se sabe, por donde pasa Atila no crecen ni la hierba ni las coliflores, el Barcelona ha dispuesto una estrategia para Stamford Bridge que desvelamos a continuación.

Todos los socios con entrada para el partido han recibido, por parte del club, un pedazo del césped (el poco que quedó el día que se presentó a Ibra y el pre-15M se lo llevó a casa). No siendo suficiente la directiva ha decidido dar trozos del actual, y para el derby contra el Madrid poner alfombras, de origen indio, y de calidad china.

El objetivo es recolectar pedazos, una vez pasados los controles fronterizos británicos, y media hora antes del partido, al salir a calentar, Tello y Cuenca tienen la orden expresa del técnico de plantar en el estadio dichos pedazos de césped. El resto de canteranos usaran botellas de font vella (aunque se comenta que rellenadas con agua del grifo) para regar el césped y dejarlo como se desea.

En caso de que la altura fuera un problema es posible que Fontàs lo recorte con un cortauñas hasta que las condiciones sean las idóneas para el fútbol del equipo. Por tanto, no valdrán de nada las estratagemas de los ingleses porque Pep ha previsto la situación.

Sobre estos rumores no se ha pronunciado la Uefa, si bien es cierto que un inspector de aduanas ha alertado sobre un gusano en uno de los pedazos de césped, lo cual podría suponer una debacle ecológica en las islas, dado que el gusano, al parecer, se une a otros, en forma de castellers, y ataca sin piedad pero con pausa, a lo tiki taka.

En definitiva, un partido para no perderse y recordar momentos gloriosos como el gol de Iniesta, Ovrebo, Drogba indignado y, sobre todo, recordar el día en que Sylvinho demostró que era el entrenador real de aquel Barça campeón, al frenar a Guardiola en la celebración del gol y recordarle que Perelmann había resuelto el teorema de Poincaré, punto éste que llevaba al técnico por el camino de la amargura.

En cuanto al equipo, pocas novedades. Cesc Fàbregas ha presentado en un libro su biografía, que consta de unas 11 páginas, Mascherano sigue como siempre, asumiendo la putada de ser central, Piqué está tuiteando idioteces y Bojan fracasando en Italia.